La energía eólica es una de las energías
renovables con más posibilidad de sustituir el actual modelo de
producción y consumo energético que generan y sostienen la
contaminación global y sus derivados cambio climático, lluvia
ácida, residuos altamente peligrosos, problemas ambientales,...
En estos momentos existe una auténtica
avalancha de proyectos de parques eólicos en diferentes
comunidades españolas.
Para la proyección de estos parques eólicos
es necesaria una justa ordenación de los recursos y
aprovechamientos eólicos, resultando imprescindible para una
planificación que integre esta nueva industria en la ordenación
territorial de las comunidades, teniendo en cuenta los distintos
condicionantes ambientales, geográficos, culturales y
socioeconómicos a escala territorial y local.
Esta escasa regulación actual, ha provocado
una carrera por parte de las empresas por abarcar al mayor número
de posibles emplazamientos idóneos, únicamente desde el punto de
vista de la rentabilidad y el beneficio económico, sin tener en
cuenta, prácticamente, ningún otro condicionante.
Las empresas se han lanzado a localizar y
tratar de asegurarse con acuerdos con particulares y voluminosas
promesas económicas a ayuntamientos, todo emplazamiento que
pudiera ser rentable, lo que está dando lugar a uno de los
procesos especulativos más importantes que han afectado a los
espacios naturales.
Es importante poner fin a esta situación
descontrolada, regulando justamente los recursos eólicos y los
tipos de infraestructuras de aprovechamiento, con la finalidad de
que, como toda obra de infraestructura, se tengan en cuenta todos
los condicionantes ambientales, culturales y socioeconómicos,
así como de rentabilidad económica, a fin de compatibilizar esta
nueva industria con la conservación de dichos valores y los
demás aprovechamientos del territorio. De lo contrario puede
ocurrir que se produzcan graves daños medioambientales y al
patrimonio cultural, como está sucediendo en Navarra o Cádiz,
donde ha primado el beneficio económico por encima de cualquier
otra consideración.
Ciertos sectores de ciudadanos, asociaciones y
grupos ecologistas, nada sospechosos en querer apoyar las
energías renovables, vienen denunciando que la instalación
inadecuada de determinados aerogeneradores, ocasiona daños y
problemas en espacios irrepetibles como son las montañas. Para
que esto se empiece a paliar lo antes posible, exponen que es
preciso establecer los límites, necesitando así:
- Un justo Plan de Ordenación de los
Recursos Eólicos, que recoja:
- Emplazamientos donde se prohibe estrictamente
las instalación de parques eólicos.
- Emplazamientos donde es compatible la
instalación de parques eólicos con los usos y valores presentes.