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Navidades blancas
Mi más sincero agradecimiento a todas las personas que hicieron
posible con su esfuerzo y cariño que nuestro pueblo no quede en el olvido. Mi más
humilde homenaje como hijo del pueblo a todas las personas olvidadas y sencillas de
nuestra tierra que nos han hecho una infancia feliz. A estas personas queridas, que
supieron sobrevivir en un pueblo pobre. bello y abrupto. Esos héroes casi anónimos,
algunos escasos de afecto. Por sus obras en esta tierra, con toda seguridad, que en el
cielo brillan con más fuerza.
Quisiera animar a todos los lectores de nuestra
revista cultural Kelatza a su colaboración, para que algo tan importante no muera y nos
enriquezca a todos.
"Unos enamorados de este bello rincón de España"
Rosa Bendicho Rivelles y Faustino Martínez Gregorio.
Cuando se alargan las noches,
y hace un frío que pela
arrecian los fuertes vientos
y aparecen las heladas,
por las calles del Carril
del Agua o la Carrera
huele a patatas asadas.
Es tiempo de "sanochar"
se aproxima Nochebuena
es tiempo de Navidades
Navidades blancas.
Yo recuerdo de muchacho
cuando en la nieve jugaba
haciendo bolas gigantes
en las calles o en las eras,
unos muñecos muy grandes
con la nariz de cereza
y los ojos de tizón,
en la cabeza una boina.
También recuerdo que a veces
en la cuesta de mi casa
o en las rampas de la Peñalta
escurrirnos y rompernos
el traserillo a rastras.
O tirarnos la nieve en bolas
que más parecían piedras,
dirigidas a González, Julián,
Julito o Juan Ángel "Angelitos ".
Algunas hacían blanco,
depende de quien tirara.
Es de poner ya tiempo,
perchas ligas o losas
para cazar sin permiso
a nuestras pobres mascotas.
Hoy me gusta recordar
Esas Navidades blancas.
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Cuando se acortan las tardes,
junto al Calor de la lumbre
mientras mi abuelo contaba
aquellos cuentos de duendes
que su mente rebuscaba
y a mi me encandilaban,
mientras se iban asando
en la lumbre las patatas.
Navidades con panderos
de zambomba y carracas,
con alajús y turrones.
Villancicos y corales,
con el cura, las amigas,
Mari, Piedad, Angelita,
Pili, Aurora, Encarnita...
Cantando como los ángeles,
para festejar al niño
de la Virgen del Rosario.
En las Navidades blancas
se montaba el Belén,
en el altar de la Iglesia
con ovejas y pastores
musgo del Rincón del Valle
y su río plateado,
de montañas "Los Tobares"
y de harina la nevada,
un humilde portalico
y una cunita con paja.
Cuando aparecen los fríos
y las primeras escarchas,
por las calles de mi pueblo
huele a mata gorrinos
y a morcillas asadas.
Preludio de Navidades
de esas Navidades blancas
que yo guardo en mi recuerdo
como si fueran alhajas. |
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