Nadie negará que el buen gusto se halla presente
también en esta
conmovedora barandilla, que antes fue pieza de nevera, pero que
luego cambió de oficio y de ubicación, viniendo a adornar las
entrañables calles de nuestro amado pueblo, con tan buen criterio y
tanta sensibilidad, que no hay día que al pasar a su lado, yo no derrame
unas lagrimitas de emoción. |